De verdad alguien me puede llegar a decir que soy sencillo? Bien, debo matizar el sentido de este sencillo, pues a mi me lo matizaron. Sencillo en el sentido de que no podría entender sus problemas… en sus palabras que no podría “seguirla”. Y claro está, no puedo seguir a alguien en sus problemas, no puedo ayudar a nadie en sus problemas si este alguien no me los explica. Claro está, si me explica los problemas cuando ya casi han tenido la solución definitiva, como puedo yo ayudar a eso? Puedo ser buen amigo, pues en los últimos días ya son varias las personas que me lo han dicho, pero de aquí a ser un adivino de problemas va un trozo y, señoras y señores, no soy ningún Aramis Fuster ni Rappel.
Yo, de verdad que no me siento sencillo, pues si me explican un problema soy así de gilipollas que me puedo pasar horas pensando en como ayudar a la gente… Y es que a veces, poniéndose un Buff en la cabeza a modo de diadema o con cuatro gilipolladas escritas puedes sacar una sonrisa a la persona más hundida en sus míseros pensamientos (lo sé por experiencia, acabo de hacerlo y se lo he dicho: “a que en menos de cinco minutos te estás riendo?” y si señor, en menos de cinco minutos se estaba riendo). La cuestión es que la persona nombrada sea capaz de abrirte un poco su mente y su corazoncito (sin malinterpretar, por favor!) y te explique un poco lo que piensa, lo que siente y lo que está pasando por su cabeza… Con solo eso, creo que puedes ayudar a alguien…
Y bien, si en la conversación donde me han dicho sencillo, los tiros no iban por aquí, mala suerte, es lo que tiene ser sencillo… (Rencoroso? Solo cuando me tocan la fibra… i hoy, creo que me la han tocado y mucho).
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